Innovación social y vulnerabilidad: claves para el diseño de un servicio

El diseño de un servicio pensando en innovación social se encuentra intrínsecamente vinculado con el concepto de vulnerabilidad y colectivos vulnerables.

En este sentido, coexisten diferentes enfoques en la definición de las personas como vulnerables: quienes sostienen que las poblaciones o colectivos necesitan una protección especial y los que asocian la vulnerabilidad a la incapacidad de las personas de proteger sus propios intereses. Kipnis cambia de modelo y, por primera vez, deja de lado el enfoque basado en poblaciones por un enfoque que especifica características que son criterios de vulnerabilidad.

Y finalmente, llegó de la mano de la Dra. Luna el concepto de capas de vulnerabilidad, entendiendo que una persona o grupo de personas son vulnerables en un aspecto particular, resultado de la interacción de sus propias características y circunstancias particulares del contexto. 

Por ejemplo, las mujeres con diversidad funcional tienen distinta accesibilidad dependiendo el país donde vivan. ¿Qué pasa con sus derechos reproductivos, si sumamos la condición de pobreza, y si tal vez sea de un pueblo originario? ¿Y en el caso de ser analfabeta y tener que firmar un consentimiento informado?

La propuesta basada en las capas puede ayudarnos a realizar un análisis refinado de las situaciones y nos permite trabajar enfocando nuestras soluciones a una o más capas. 

Cuantas más capas, mayor es la situación de vulnerabilidad. 

Creo que para el desarrollo de propuestas, tomar el concepto de capas de vulnerabilidad como herramienta conceptual es interesante y útil ya que:

  • Permite identificar fácilmente las diferentes capas que afectan a un grupo de personas o colectivo;
  • Pone de manifiesto cómo  se expresan e interactúan con el contexto; 
  • Promueve una manera de pensar flexible, dinámica y creativa para generar soluciones adecuadas para el grupo de personas a la que se destina el servicio.