LA REHABILITACIÓN PSICOSOCIAL ES MÁS QUE UN MODELO DE ATENCIÓN 

Me gusta compartir que el servicio que brindamos en Viviendas Asistidas es un modelo de atención basado en la comunidad, con apoyos e intervenciones que buscan que una persona adquiera o recupere habilidades que le permitan desarrollar su vida con el mayor grado de autonomía posible.

 

Pero cuando me dan más de un minuto intento contar también lo que a mi me convoca, conecta y desafía de nuestro servicio.

 

La rehabilitación psicosocial es ante todo un proceso, que transita la persona de manera única y que la lleva a definir un nuevo sentido y propósito en su vida. Este proceso requiere asistencia a lo largo del tiempo y tiene un significado particular para cada individuo.

No es un servicio que se realiza para la persona, sino con ella, con su participación y decisiones. Se diseña y adapta según las necesidades y deseos del individuo, fortaleciendo sus capacidades y competencias.

 

Las intervenciones y apoyos deben darse dentro de la comunidad para que la persona pueda ejercer su ciudadanía como todas las demás, garantizando de esta manera la integración y permanencia en su red sociocultural. 

 

No es una estrategia aislada, necesita de la existencia de oportunidades laborales, de viviendas y de servicios sanitarios. Por eso las políticas sociales y de salud pública condicionan el desarrollo de la rehabilitación psicosocial.  Promover la autonomía de la persona al mayor grado posible dependerá entonces de la interacción entre sus capacidades y los recursos que provee el entorno. 

 

Entonces el éxito del proceso no sólo dependerá del trabajo de los equipos de rehabilitación sino de las posibilidades reales que el sujeto tenga de insertarse en una sociedad que protege y brinda oportunidades a este colectivo.

La Rehabilitación Psicosocial promueve la construcción de una sociedad más justa y más humana y eso me convoca.